miércoles, 19 de enero de 2011

EL MESIAS


En alguna época, que no recuerdo si remota o actual (pues el tiempo es lo de menos), los árboles habían aprendido a caminar huyendo de un grupo de monos superdotados que buscaba derribarlos conforme iba creciendo su raza pensante.
Los árboles se llevaban toda la flora y la fauna, hasta que uno de estos monos, quizás el más evolucionado, fraguó la recolección de algunas semillas y las plantó en un corral y cuido su germinación y desarrollo, como si estuviera protegiendo ganado.
Así fue como de tanta persecución los árboles que caminaban se fueron muriendo, emboscados o escondidos en lugares donde sus raíces extraían muy pocos minerales. En cambio el bosque cautivo creció hasta que dio semillas y pudieron sembrar más árboles atrofiados que no aprendieron nunca a caminar, porque además, nunca imaginaron que eso fuera posible.
Hay una leyenda en los bosques húmedos, que sólo las aves cuentan de rama en rama. El advenimiento de un árbol caminante que liberará a todos los demás y esto alegra a los bosques y preocupa mucho a los leñadores.

Fotografía: http://www.indoor-bonsai-tree.com

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