miércoles, 28 de marzo de 2012

LA ESTRELLA

Escena I

La misma sangre mutando. Espesa. Jugando a ser color o forma. La misma luz. Espesa. Bromista entornado, ambidiestro y maternal, mujer. Espesa como una coartada de asesino, voluble como un sueño chino. Me gusta su sonrisa que es de gato. Me gusta la mirada huraña y sus manos de codorniz. Somos uno. Como animales andróginos y dioses ambiguos, van caminando. El sonido de los tacones sobre asfalto negro, el grito del terror bajando con la madrugada. Hoy seré los pasos en las huellas, la lengua en las palabras, los besos en las esquinas, la oscuridad sin nostalgia, la pureza sin santidad, las mordidas en los perros, los martes en los jueves, el espejo. Porque ocultarlo. Caminare desnudo por una ciudad sin nombres, veré a diestra y a siniestra la envidia de mi libertad. Sonare a quimera. Seré una esfinge que se divierte jugando con enigmas. Cual es el animal que de noche no encuentra sosiego. Cual es el animal que de día camina en dos, a medio día en tres, y por la noche en cuatro patas. Me parece que he mirado muy lejos. Estamos en la escena en la que el o ella, ella o el se despinta el maquillaje y le sonríe a la cámara como si estuviera a punto de terminar con una catarsis eyaculatoria.


Escena II

Siempre fui amigo de las putas. Almodóvar habla con ella. Chicles pegados, masticados y sin sabor, esos somos. Somos como las bolsas de las bolitas filler`s después de una fiesta, somos los vasos vacíos, somos las servilletas sucias, somos los rollos de papel toilette usados, somos los cigarros hechos ceniza, los culos de las botellas, las chencas quemadas, aplastadas contra el cristal, los litros vacíos, las sillas sin respaldo, las mesas desniveladas y con chicles pegados. Luego quedan las imágenes en las películas, las salas desiertas y los transeúntes sin mostrar el rostro maldito. Las chaquetas negras, los calcetines sucios, los retrovisores, los windshield rotos en estrella como telaraña tejida por la noche de tragos y las apuestas después de la transformación. Un mundo asexuado deviene. Evolución sexual y gustos bizarros. Condena de locos y dementes. Cuerpos tatuados con equinoccios pasados. El hombre rumiando sus perversiones más de cuatro mil años después. Sólo el placer es permitido. Los cargos de conciencia y la pena suceden en periodos de la historia cuando ha terminado la decadencia. Tacones lejanos. Buena película supongo, y un poco de glamour indecente. Estética amatoria de fin siglo y comienzo de nuevas manifestaciones. Mademoiselles de Avignon, en mil novecientos siete, chien andaluz, y todas las ingenuidades sabias de picasso y Luis BuñuelDalì sigue pintando burros y penes cortados, pequeños cuadros informes que se destacan en el siglo por su arrogancia mística. Estamos a punto de ver la escena en la que es cortado un ojo. Volver. Luego de todo, la belleza, has tocado la belleza. Cuando el amor es puro no importa el sexo sino el disfraz, el maquillaje, la duración de los matices, la sutileza de la violencia, el sabor y el olor de las cortinas y las sábanas. Átame. Hay que volver y victimizar a un público. Hay que sodomizarlo y volverlo en nuestra contra para luego olvidarlo. Sólo es un monstruo ambivalente que juega a perdernos y a soltarnos aplausos y una tierna y breve risa.

Léster Oliveros
2010

lunes, 26 de marzo de 2012

NIMAJUYU PRIMERA PARTE

Venimos a nimajuyu en el año de 1999. En la radio sonaba Linking Park y Blink 192 y otros grupos post alternativos. Yo empezaba a militar en las aulas de la Facultad de Humanidades. Empezaba a redactar unos cuentos malos, lentos en una clave garciamarquiana que luego envié deliberadamente a la editorial cultura. Por ese tiempo no me daba cuenta de lo realmente actual. Si notaba el juego surrealista de ver esos edificios en los que todos los apartamentos son a escala y forma parecida, y ninguno, cuando llega por primera vez encuentra una dirección. Regresaba de la zona diez en taxis que luego dejaba esperando el pago. Noviazgos tontos. Resacas espantosas. Luego el año 2000 irrumpió. Ya era amigo del Piraña, el Zope, el Tono y algunas firmitas infaltables en esa fiesta clandestina que se volvía nimajuyu de noche. Luego fue la muerte de mi hermana. Una madrugada de un sábado que yo no quise salir, llamaron a casa. Era mi hermana. Lejos estaba yo de saber que sería su última llamada. Le pregunté qué dónde andaba. Siempre he pensado que de ser clarividente le habría comunicado a mi mamá, que dormía su último sueño en paz a esas horas de la noche. Luego por la mañana sonó de nuevo el teléfono y la noticia era vaga, accidente, hospital, nada más vengan. Yo me enojé. Por alguna razón no me preocupé más de lo que debía preocuparte ante esa noticia. Mi madre ya sabía o por lo menos intuía que algo grave acababa de pasar.  Nimajuyu para mi es eso y también un lugar en donde uno puede divertirse viendo pasar el tiempo fuera, en la periferia, hundido en un estado de inalterable impasibilidad. No hay futuro entre esos edificios. La gente que empezó por comprar un apartamento terminó vendiéndolo.  Los asentamientos han cercado con violencia. Se oyen descargas de escuadra todas las noches. Un amigo murió por una equivocación en esas callejuelas. La historia urbana de Guatemala no ha significado oportunidades para los de abajo. Nimajuyu, según sé fue un proyecto en conjunto con el BAMVI y un grupo de arquitectos israelitas. En un principio era una iniciativa ejemplar en medio de todo ese oportunismo que se volvieron las bienes raíces.  Hoy, luego de algunos meses, años y temporadas de crecimiento espiritual, veo esos edificios que vuelven a pintar hombres enviados por la municipalidad, creo que la utopía ha vuelto a ser una grandiosa distopía.  En mil novecientos noventa y tres, luego de un viaje en avioneta a Tikal, pude ver plenamente el esquema de la ciudad de Guatemala, entramos precisamente a una altura suficiente para poder ver el relieve que se forma en esa zona, los edificios allá abajo parecían legos gigantes, ahora la polución, la violencia y los años, la han vuelto más real.
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http://www.prensalibre.com

jueves, 22 de marzo de 2012

UN POEMA INSERTO EN CADA NOMBRE

javier payeras maurice echeverría, juan carlos lemus maya cuc choc carolina escobar sarti, claudia navas y alejandra flores alejandro marré alejandro Sandoval alexander socop alexis herrera alquijay alfonso huerta allan martínez alan mills álvaro sánchez ana lucía mendoza andré chocó andré gribble andrea grimaldi andrés asturias ángel elías ángel lópez santizo anna cosenza bernardo euler (lilo) byron quiñónez camilo v. rodríguez carlos gonzález carolina pineda césar moncrieff césar ramiro garcía chris kummerfeldt daisy cárdenas dana palacios darvin gonzález diego fernando ochoa diego josé xoyón diego silva eddy roma edgar gonzález edgar navarro edgar quisquinay edna sandoval eduardo juárez eduardo moreno el davilosky engler garcía eny roland hernández erick gonzález erick gramajo estuardo castro estuardo mendoza felipe bagurb fernando ortiz fernando quisquinay francisco nix francisco rodríguez frank pineda gabriel woltke gabriela navassi gabriela xon gerardo josé sandoval germán albornoz gustavo abril gustavo maldonado héctor cárdenas isabel de los ángeles ruano javier uclés jimena palencia jody garcía jonathan salazar jorge cabrera jorge letona jorge mario pérez jorge rodríguez josé gerardo muñoz josé joaquín lópez josé roberto leonardo josé wolff josué david romero juan carlos rodríguez juan diego asturias juan diego oquendo juan pablo barrios juan pablo mondragón juan pablo romero julio enrique pellecer julio prado karen girón katheleen rosas kathya archila kerin barahona leonel juracán leslye tánchez lester oliveros lourdes aguilar lucía de león lucía macip lucía ochoa figueroa lucía reinoso lucía silva luis alberto lópez luis arroyo luis calderón luis castillo luis de león díaz luis fernando alejos luis fernando pereira luis herrarte luis hurtarte luis méndez salinas luis villond luixs giromp marco valerio reyes mariano cantoral marilinda guerrero mario contreras mario morales mario santizo marlon azurdia marlon francisco martes (marlon santos) maru luarca mercedes asencio morena pérez joachin nancy morales nathalie szejner norma chamalé olga molina oswaldo j. hernández pablo bromo pablo hernández paola garcía aquino paula rebeca morales pedro martínez pep balcárcel rafael romero rebeca eunice vargas braghiroly Numa arriaza rebeca vargas renato buezo roberto díaz roberto wagner rocío marysol conde rodolfo gonzález galeotti rudy girón ruth vaides samara pellecer sergio espada silvia fortin súa agapé tania hernández tushte vanessa alcayaga vanessa ramos vania vargas víctor sales walter gonzález wendy garcía william ajanel wingston gonzález pablo bromo juan pablo dardón julio serrano rosa chavez regina josé galindo sandra monterroso julio hernandez cordón luz mendez de la vega y muchos muchos más...

martes, 20 de marzo de 2012

UN CUENTO PUBLICADO EN MARTESADAS/ TETRAHIDROCANABINOL/LSD

TETRAHIDROCANABINOL/LSD
(Por Lester Oliveros)


Pero hay demasiados presos pidiendo lo mismo, muñeco y
Dios mantiene la línea ocupada.

Julio Prado, La joya II

Cuando fui al concierto de Héroes del Silencio (allá por el año 96), llevaba puesta una playera que yo mismo había hecho con Carol Wojtyla de cabeza; como unos años antes habían fotografiado a Sinead O´connor.

El Papa no pudo ver muy bien el concierto: unos días antes, había llovido y la playera, después del mosh, quedo completamente llena de lodo.

A ese concierto entre gratis, porque con un grupo de jonkis trepamos una pared y no nos importó, para nada, que hubiera guardias de seguridad dándole toque eléctricos a los anarquistas. La Sirena Varada sonaba desde el Walkman que llevaba escondido y mi puro de mota, calada tras calada, iba relajándome, volviéndome a las alucinaciones de la amistad, hasta que me sentí preparado para resistir la avalancha de música. Uno de mis amigos llevaba un habanoMonte Cristo, para fumarlo con esa canción de la Chispa Adecuada.

Bajo el efecto del cannabis las primeras canciones de Bohemia Suburbana las canté en un estado de levitación. Una amiga que había descrito a Herman Hesse como nuestro hermano lobo, me dio unos besos profundos, sentados en el graderío de la Plaza de Toros. Fue momentos antes de que entrara Bumbury con toda la fama y su estilo. Miraba los colores saboreando el fino silencio imperceptible de la noche. El flashback de la película de Doors me llego por un segundo, pero fue más bien la imagen de Jim Morrison, y de pronto, me sentí fuera de mí, y es difícil de explicar como se siente estar uno en ningún lado. Pude dominar mi miedo mientras enviaba mi cuerpo contra otros en elslamming poderoso de golpear y ser golpeado bajo la magia pura de las descargas de rock ibérico y los indios americanos soplando el fuego de la fogata donde danzábamos.

El lodazal que armamos, lo presentí luego de dos horas, mientras mis amigos me daban agua pura para que me pasara el trance.

- No puede ser, un puro de mary Jane, no es tan potente.
- La fusión musical, el flow de las guitarras eléctricas lo predispusieron para la descarga de adrenalina –dijo alguien que lograba oír desde un lugar, aún remoto a mi.
- La James Adiction es impresionante, a veces llega revuelta con afgana y el tetrahidrocanabinol llega a los receptores más vulnerables de cerebelo.

Esas frases de curiosos me parecieron que venían de alguna película y, luego, según los médicos, perdí el conocimiento.
La ladrona de besos que además leía como yo El Lobo Estepario, me confesó, una semana después, que me dio un beso con LSD.

miércoles, 14 de marzo de 2012

ORIGAMI

吉澤 章 Yoshizawa Akira 14 March 1911 – 14 March 2005
Mi corazón es un origami con forma de serpiente, cuando muerde, cuando inyecta su veneno, las victimas ven barquitos de papel flotando en el reflejo del cielo desde el agua.

lunes, 12 de marzo de 2012

DE ZOPE A GAVILAN




I follow the road at night,
Just hoping to find...
Them Crooked Vultures, My dead end friends.



Un zanate se acostó a dormir. En su sueño se vio devorando carroña con tanto gusto, vomitando sobre su comida y riendo de contento entre otros que también comían entre el fétido olor a mierda y fruta descompuesta, que se despertó horrorizado. 
A lo lejos, en medio de la noche vio a tres aves dar vueltas y hacer triángulos en lo alto del cielo. Despertó de nuevo y estaba volando sobre nubes, con sus alas largas y negras como de águila. Volvió a cerrar los ojos y vio su propio cuerpo de zopilote muerto sobre el suelo lleno de gusanos. 
Despertó y voló hasta una fuente donde se lavó las pesadillas de su corazón agitado. Así fue, y no de otra forma, como dedujo que muy dentro de si mismo había un gavilán soñándolo

martes, 6 de marzo de 2012

GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ AL FINAL DE ESTE TEXTO SOBRE CINE

Tenía ya unos ocho años de no entrar a ningún centro comercial. No había vivido aún esa extraña sensación de llegar hasta una taquilla y pagar un ticket para alguna película moderna. En todo ese tiempo lo que hice fue leer, leer y releer, escribir, escribir y reescribir. Ver películas clásicas, ver películas europeas, japonesas, francesas y españolas con una devoción de niño. Pero ahora estaba sorprendido de pagar una entrada para ver una película en algún centro comercial y enterarme de pronto que podía hasta elegir donde quería sentarme con soberana libertad. Era un nuevo poder hermoso. Una aventura esa de llegar a un punto en el que ya me sentía como un viejo prematuro con cara debutante. Pero así es. Incluso cuando mi amiga me hizo considerar que podíamos ver la película en 3D, yo pensé que era una mala idea. Eso es un signo de la falta de sociabilidad. Desarraigo y quizás no es tan importante estar hasta el borde de la modernidad tecnológica en esos perversos ambientes donde se incuba el consumismo, pero en realidad tengo que sacar la cabeza de la tierra un poco.
Por otro lado, al comienzo de la película compramos unos vasos gigantescos de soda. Estoy seguro que de ver una película semanal en esas salas uno moriría de obesidad o tendría serias repercusiones cardiacas. A mi que me gusta imaginar, me puse a pensar que en esa sala, en la cual se presentaba ahora unos gigantescos engranajes de una relojería para gigantes, que es el comienzo de Hugo Cabret ( la última y maravillosa película de Martin Escorsese), podía ser aquello un intento de armonía social, una sala de una casa neutral en la que se reúne la gente para ver películas juntos como si jugaran a ser una gran familia. La película empezó de pronto entre frases de Thelma, que nunca para de bromear, y yo, que también comento a cada rato las circunstancias que pareciera que las digo como si fueran pensamientos necesarios para la humanidad; y Thelma que es tan inteligente las resuelve con una risa que me complica la vida. 
Pero mientras transcurría la película encontré que originalmente habíamos pensado en ver juntos una película que se titula El Artista pero que había sido presentada al medio día, como premio de consolación mirábamos ahora una parecida en donde el nombre de Georges Méliès resurgía después de años de brillante vuelo de todos los carretes de cinta en Hollywood. Precisamente Clint Eastwood y Escorsese habían empezado hace unos años atrás el extraño gusto por remasterizar muchas películas de antaño. Es casi seguro que esa nostalgia replicada en esta película, fuera producto de los grandes cambios, la crisis económica y la globalización de la apatía en el mundo del cine.  Sin embargo los soñadores siempre sobreviven.
Una de las maravillas de esta película en particular es su capacidad de recrear en el presente escenas de películas del pasado. El pasado de Melie se vuelve el presente de Hugo Cabret, y el ahora de nosotros sentados en medio de las proyecciones. Una palabra que siempre me gustó fue “holográfico”, es extraño el deja vu que tuve ante esa película. Thelma dijo: "allí estuve yo miren, bajo la torre Eiffel", como uno siempre piensa, esto ya lo viví, preferí no decir nada. Ambos, Méliès y Harold Lloyd, son replicados en la película.
Hace unos años, y lo cito hoy por ser el día que vino al mundo este brillante ser humano, leí uno de sus escritos sobre cine, hablaba de que la primera vez que la gente de Macondo vio, en esos patios raquíticos la proyección de actores, se emocionaron mucho, lo que no comprendían y le parecía obra del demonio, era que los que morían en una película anterior, resucitaran en la otra con nuevos nombres y nuevas vidas. Eso es el cine, una versión efímera del mundo en que vivimos. 
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Foto: eternitephemere.blogspot.com
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viernes, 2 de marzo de 2012

PARÁBOLA DE LA VIRGEN DEL MAR

Parábola de la Mujer-Joven-del Mar[i]
Justicia dicen y no saben qué es, dijo ella parada frente al Congreso de la Republica.Su blusa de pájaros y flores se transfiguró, sus rodillas se juntaron y se quedó sin sexo. Su larga falda de caballitos y figuras geométricas que transportaban la luz, quedó en el suelo. Sus pies se unieron y formaron una larga cola de pez. Su cinto de hojas verdes y venados, de árboles y frutas, también resultó junto a la banqueta. Sus manos se volvieron aletas y de su boca salió un canto, que hizo que todos esos señores dejaran sus curules bajo el fuego del medio día y se hicieran a la mar. 



[i] Meerjungfrau es sirena en alemán, pero se divide en palabras compuestas, (meer: mar), (jung: joven), (frau: mujer). 

La autoridad de la barbarie

Me ha parado la policía: ¿Documento de identificación? No lo traigo, respondo. (Los dos oficiales muy serios), uno de ellos alza un cuader...