lunes, 28 de marzo de 2011

THE END OF AFFAIR

Jugar a cazar o ser cazado solo es cuestión de experiencia. El animal del hombre se alimenta de sueños hedonistas, el viento solo puede morir en cautiverio. Las mariposas saben muy bien parecer hojas secas y a los niños y niñas les es dada la imaginación gratuitamente. Puede pasar lo que sea antes que todos se marchen. Pero la aventura de vivir con alguien es solo para suicidas. Para compartir el pan se necesita hambre del otro. Podríamos dejar que nos quitaran todo por ese precioso latir loco de dos corazones, que no saben nada de la vida. Luego empiezas a verla como acorralada en sus ideas. Le botas todas sus defensas con una mirada inaudita y ella empieza a sospechar y a buscar por donde salirse de la jaula. Uno y otro se tiende trampas hasta que se miran locamente perdidos el uno del otro. El desamparo es la carnada. Solo los maravillosos primeros días mantienen latiendo el fuego casi a punto de morir de un soplido. Los ojos se esquivan y se empiezan a torcer los rostros en muecas cada vez mas parecidas a la locura. Pero ya convertidos en animales, los dos romperán otros vínculos hasta engañarse mutuamente riendo. Luego ella vendrá una mañana con una presa nueva. Tu como buen animal hambriento y asqueado la dejaras devorar un poco su alimento. Luego harán las paces como si se hubieran muerto.

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